Aquel pato blanco (Historia real) «Le até una piola en la pata al pato que tenés que matar», me dijo mi madre y se fue a trabajar. Al llegar la hora afilé el cuchillo, cogí aquel pato, pero el pato habló. Habló con palabras, le vi y le oí. Sé que no estoy loca, sé que el pato habló. No quería morir, no debía morir. Lo solté y maté a otro, total?, no se notará. Al llegar mamá no supe mentir, no pude mentir, se enfadó conmigo. Me obligó a matar aquel pato blanco que no quería morir, que no debía morir.