Las grandezas de Alejandro. Félix Lope de Vega Fragmento de la obra Jornada primera (Salen Atalo, capitán, y algunos soldados en tropa, y Pausanias.) Atalo: Pasad delante, soldados: no os paréis aquí. Pausanias: Detente; que entre los que están parados hay algún noble que siente de pensamientos honrados. Y eso de alzar el bastón, no es hecho de capitán con los que tan buenos son que respetados están por sangre de Agamenón de su hijo Orestes fui clarísimo descendiente. Atalo: ¿Cómo me hablas así? Pausanias: ¿No es respuesta conveniente? Atalo: ¿Sabes lo que dices? Pausanias: Sí. Atalo: ¿Y que soy Atalo sabes, cuñado del Rey? Pausanias: También; pero los hombres tan graves tratan sus iguales bien. Atalo: ¡Que de igualarme te alabes! Estoy? Pausanias: Harto mejor fuera que yo mi agravio vengara, y no dudes que lo hiciera si a Filipo no mirara, y su obediencia temiera. Pero de tu gran malicia yo le pediré justicia, y sabrás con su castigo cómo se han de usar conmigo las leyes de la milicia. Que, a no esperar con razón que sabrá dejar vengada mi honra en esta ocasión, yo te volviera la espada por donde vino el bastón.