El abuso sexual puede ocurrir en cualquier escenario: en la casa, en el trabajo, en un consultorio o en la calle. ¿Qué es lo que lleva a alguien a perpetrar este acto, de por si aberrante, sobre una mujer? Para el discurso conservador dominante, el vestirse de manera provocadora sería una de las causas. En los antípodas, para el feminismo radical, el abuso sexual es constitutivo del régimen del patriarcado, y la moda, una de sus herramientas. La vestimenta sexy pasaría a ser cuenta del abuso, no su causa.