El internista del futuro tiene el compromiso de preservar las cualidades de la profesión y de la especialidad, y por otro lado la de armonizar con las nuevas realidades, con una clara conciencia de su responsabilidad social. Va a dejar de atender cierto tipo de pacientes que van a ser del resorte del médico general y, en cambio, se va a hacer cargo de otros que ya no van a ser atendidos por el especialista de rama. Al irse creando nuevas especialidades, el campo de acción del internista cambiará.