MUERTE ME PERTENECE, LA

Martes 27 de noviembre. El viaje sin retorno ha comenzado. Los médicos diagnosticaron a Mercedes una enfermedad terminal. Puede luchar y lo va a hacer, aunque la batalla sea extenuante y dolorosa. Esto lo sabe su esposo el doctor Damián Miranda, tan acostumbrado a tratar con la muerte. Pero Damián también está consciente de que esa guerra por cambiar el final de la película será estéril y que tarde o temprano deberá enfrentar la disyuntiva más difícil de su vida. ¿Cómo sobrellevar lo irremediable? ¿Hasta qué punto puede ser aceptable prolongar la vida de un enfemo para el que sólo hay sufrimiento? ¿Puede un médico ser juez y parte de una decisión definitiva?