En 2006 los economistas neoliberales aseguraban que la humanidad había inaugurado una era de crecimiento perpetuo. Después vino otro mantra neoliberal: China manipula sus cifras de crecimiento y pronto su economía se desmoronará. Hace poco, con motivo del Brexit, se habló del colapso de Inglaterra y de Europa a un mismo tiempo... La lista de profecías es interminable. El propósito de este libro va en sentido contrario. Su intención es frenar simbólicamente la velocidad de las cosas. «Stop -escribe este destacado y desparpajado economista mexicano-. Paren el pánico. Pensemos. Hagamos neurobics. No dejemos que la circulación indefinida de información, rumores, tuits, teorías conspirativas nos ganen lo único que nos permite tomar decisiones óptimas: la razón.»