En méxico existe un sentimiento creciente y generalizado de estancamiento, incluso de retroceso, en términos de desarrollo y bienestar social, el cual se ha agudizado debido a que diversas economías emergentes han superado a México en distintos indices de progreso económico. Todo parece apuntar a las instituciones mexicanas como las responsables de no crear las condiciones necesarias para generar un crecimiento económico sostenido, sustentable e incluyente. Esta publicación muestra que dicha percepción no es falsa. Los cimientos básicos del desarrollo son las instituciones y su efectividad dentro del propio contexto económico, político, social y cultural de las naciones. Por ello, el Derecho juega un papel fundamental en el diseño y eficacia institucional, en cuanto a su contenido y aplicación. Propiciar desarrollo a través del Derecho y las instituciones que aquél configura, es una tarea compleja, transversal y dinámica. No hay reglas únicas o permanentes, no los casos de éxito se pueden extrapolar a todos los contextos locales. Inclusive, las reformas generadoras de crecimiento económico no siempre son bien acogidas por las élites o grupos de poder dominantes, quienes pueden simplemente desecharlas o hacer de ellas letra muerta. Todo ello implica un gran reto para los diseñadores de políticas públicas, legisladores y reguladores en su tarea de establecer instituciones efectivas y promotoras del desarrollo. Esta obra reúne un singular y profundo esfuerzo de investigación y análisis que muestra concretamente cómo el Derecho y las instituciones pueden ser generadoras o saboteadoras del desarrollo. Diversos especialistas del sector académico, público y privado, revelan los aciertos y los grandes retos institucionales que diversos sectores enfrentan para ser detonadores del crecimiento económico y bienestar social, ofreciendo propuestas sustentadas e innovadoras para contribuir al desarrollo del país.
