Una manada de perros de la pradera llega al desierto. Los habitantes están contentos porque estos pequeños seres dejan hoyos en la tierra que les sirven como refugio; además, son simpáticos y cariñosos. Pero cuando un perrito tiene el horario al revés y aúlla toda la noche, los nervios del resto de los animales se alterarán. La fauna desértica se unirá para ponerle fin a este suplicio y lograr que el protagonista pueda convivir con los demás.