Grato, muy grato, escuchar la voz poderosa de nueve siglos, sentir el galope del Cid victorioso y a la par el aleteo de la musa épica que entona la inmortal canción heroica, la de eco más resonante que a ningún héroe se ha consagrado. Menéndez Pidal Díaz de Vivar, el Cid Campeador fue un guerrero famoso de la segunda mitad del siglo xi, cuyas hazañas se convirtieron pronto en objeto de relatos históricos y de leyendas que circulaban oralmente. De historia y leyenda se nutrió el gran poema épico, el gran cantar de gesta. Si hay un poema épico que entona el triunfo del esfuerzo personal, ése es, sin la menor duda, el Cantar de Mio Cid. El paso de los siglos no ha hecho menguar la seducción que ejerció desde siempre el Campeador en la imaginación popular. Muy al contrario, comprobamos que su figura ha sabido acomodarse a nuevos géneros y gustos.
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