¡La aplacible vida de Reina estaba patas arriba! No solo había llegado un nuevo bebé, sino que la tía Sara y sus dos mañosos gatos siameses estaban de visita. Cuando Reina conoció a Golfo, no pensó dos veces y escapo con él. Obviamente ella no estaba acostumbrada a ese tipo de vida, pero las calles no podían estar tan mal ¿o sí?