Si cuando escuchas rock en cualquiera de su variantes se te eriza la piel, tienes ganas de cantar en un espacio que vaya más allá de tu ducha o te sientes impotente cuando asistes a un concierto porque eres tú el que debería estar ahí arriba, tal vez ha llegado la hora de plantearse dar un paso más. Crear un grupo de este estilo no es difícil, tal vez lo más complicado sea conseguir el compromiso y asegurar el esfuerzo continuo de todos los miembros del grupo. En el momento en el que consigas juntar a unas cuantas personas y todas estéis dispuestas a darlo todo por vuestra meta, empezará lo bueno.
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