Frota, borra, toca, da golpecitos, aprieta... ¡Bravo! ¡Qué belleza de oveja! Pero... hay un pequeño problema... ¿Es posible transformar a un lobo en oveja? Nada más fácil con la ayuda de tu imaginación: frota su lomo, borra sus dientes, da toquecitos en sus ojos y ¡listo! Ahora... solo necesitas enseñarle a balar.