Los trastornos deglutorios pueden ser la manifestación de múltiples enfermedades y están asociados a complicaciones tales como déficits nutricionales, deshidratación, riesgos de aspiración, neumonía y muerte. En ocasiones, la disfagia no es detectada, por lo que es necesario conocer los métodos actuales de evaluación clínica y los estudios complementarios para realizar un diagnóstico precoz y fiable, que permita planificar la necesidad de tratamiento y la vía de alimentación. La rehabilitación de la deglución constituye uno de los desafíos más importantes para los profesionales de la salud, ya que la deglución debe ser segura y eficaz para evitar complicaciones, tales como infecciones respiratorias, desnutrición y deshidratación. La demora en la toma de decisiones tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, debido a la utilización crónica de cánulas de traqueostomía y de dispositivos para la alimentación, como sondas nasogástricas y gastrostomías.