DERECHO AL DESARROLLO DERECHOS HUMANOS Y DEMOCRACIA EN MEXICO

DERECHO AL DESARROLLO DERECHOS HUMANOS Y DEMOCRACIA EN MEXICO

Código de artículo:
01002587
Editorial:
PORRUA
Materia
Derecho
ISBN:
9700730905
Encuadernación:
Rústica
Tipo de libro:
Papel

La ciencia jurídica, las organizaciones mundiales y regionales, los gobiernos nacionales y cada vez más juristas de nuestra época, se encuentran preocupados y ocupados en la en la consagración legislativa y en la promoción, difusión y divulgación real de un tema aparentemente sencillo en su planteamiento filosófico, lógico y hasta ideológico, pero controvertido y complicado en su materialización en el modo de procurar e impartir justicia y ejecutar las penas privativas de libertad: los Derechos Humanos. En particular el nuevo derecho al desarrollo y, como consecuencia, la cristalización de la dignidad, libertad, el bienestar, la justicia y la paz sociales. Difícilmente podría señalarse en nuestra época, un tema filosófico, jurídico y político con mayor amplitud y con más trascendencia. La distribución entre los derechos del hombre, los valores fundame ntales y los elementos de nuestro ser humano, no debe hacer que olvidemos que, en última instancia, no se trata de derechos distintos, sino del valor indiviso e inseparable del hombre en su totalidad, en su unidad. En esta unicidad del hombre en sociedad, es decir, en esta unidad de existencia social e histórica yace incontestablemente el fundamento al que el establecimiento de los derechos del hombre debe su estructura complicada, su dinamismo comprometido históricamente y su equilibrio social. Por ello no ha de admirar que los derechos del hombre participan también, ineluctablemente, de la grandeza y de la miseria de la condición humana. La internacionalización de los derechos del hombre no es nada extraño,por que si se considera que la persona humana poseeun valor ético o una dimensión racional, no es tanto una utopía; si se pregona a todos los vientos la dimensión humana del Derecho, si todo el Derecho está constituido en beneficio del hombre, nada más lógico que definir esos derechos en un plano universal único, donde la persona pueda encontrar el límite inmanente de su desarrollo. Los países civilizados o que se han alcanzado madurez política, poseen declaraciones pródigas en la enumeración de los derechos que conceden a sus ciudadanos. Es menester garantizarlos en el ámbito internacional, que no los nieguen a personas extrañas; derechos supraestables mínimos, sin discriminación, en todos los estados.

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