Este libro es un solo querer, el querer acompañar a ir revisando a esta persona que el Señor nos da. Una persona que puede ser muy sencilla y que puede ser muy complicada. Tú sabrás si quieres ver a la persona sencilla o complicada. Porque incursionar en el ser persona puede ser un mundo muy complicado o muy sencillo. Tiene la sencillez y la simplicidad de vida que es el ser: vivo, racional y espiritual. Tiene la complejidad de la persona, porque el hombre puede ser muy complejo, con su carácter, su personalidad y su sensibilidad. Entender el ser persona es incursionar en el bosque del hombre que está lleno de esplendidez y a veces de maleza. La maleza de tantas cosas que tiene el hombre, que en su composición puede ser complicadísimo, un bosque que en la vida a veces no se alcanza a descubrir completamente. Es espléndido porque puede tener, también, la simplicidad de vida de un hombre que es un compuesto de cuerpo, alma y espíritu que puede dialogar con Dios. Que cuando se topa una con esa maravillosa palabra creadora de Hagamos al hombre, a nuestra imagen y semejanza el bosque se hace más maravilloso, más denso y más espléndido.
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