En este breve pero muy interesante ensayo, el Padre Luis Garza, L.C. contribuye de manera erudita sobre la discusión del papel que los laicos cristianos juegan dentro de la Iglesia católica. Como lo señala el autor, actualmente los hombres pasamos una enorme proporción de tiempo en nuestros trabajos, pues el estilo de vida en las grandes urbes obliga a ello. Es un hecho innegable y parece que no cambiará. Esta alienación del hombre moderno ha contribuido al alejamiento de las personas de Dios, de la Iglesia, y al olvido de la fe y de la práctica de los principios y valores cristianos. Sin embargo, el P. Garza arroja luz sobre la cuestión, y más que un problema, nos muestra cómo esta situación representa una buena oportunidad para cumplir con uno de los propósitos que todo cristiano debe tener: la evangelización.