El amor no crece solo. Debe alimentarse cada día con palabras de afirmación, afecto, confianza y diálogo. Cuando dejamos que el rencor, la amargura y la falta de perdón se apoderen de nosotros, vamos matando el amor lentamente hasta producir un distanciamiento que se manifiesta con indiferencia, gritos, silencios que castigan y recriminaciones. El perdón es el puente que facilita el diálogo para recuperar la confianza, y fortalecer la relación. Si no pedimos perdón y no perdonamos, podríamos matar la ilusión y la alegría de vivir juntos. Recuerda En una discusión, la mejor solución la alcanza la humildad. No acumules situaciones sin perdonar o pedir perdón. La queja, el reclamo, los insultos y la burla alejan el amor. Comunícate con amabilidad. Admite los errores. Decide cada día que darás lo mejor de ti para hacer crecer la relación. Cuando hay amor de verdad jamás.