Mientras caminaba de regreso a casa, Ilhami decidió detenerse a jugar con una cabina telefónica que estaba cerca de su edificio; cuando entró y tomó la bocina, comenzó a escuchar historias, así que tuvo una idea brillante: utilizarlas para su tarea de literatura, eso le daría puntos, además nadie se enteraría de que no eran parte de un libro. Pero ¿quién está detrás del teléfono? ¿Lo descubrirán?