Los ángeles, esos seres espirituales que en tantas religiones aparecen en una relación íntima con lo divino, están entre nosotros. En nuestra vida diaria, tan ajetreada y muchas veces superficial, no los vemos ni oímos, pero ellos están aquí, entre otras razones, para cuidarnos. En todo momento se mantienen pendientes de los que nos pasa, de lo que hacemos, de nuestros aciertos y errores y de los peligros que nos rodean. Están aquí, pero no les hacemos caso. No los escuchamos.