El punto central de esta memorable novela de Robert Louis Stevenson es la dualidad que existe en todo humano: nunca se es totalmente bueno ni totalmente malo, se suele oscilar entre el principio del bien y del mal. La historia narra el caso del doctor Jekyll, un afable y honrado médico de Londres, quien toma una droga que le convierte en un ser abominable y de físico escalofriante. Este desdoblamiento de la personalidad sirve como reflexión sobre el lado oscuro de la mente humana.