Después de trabajar arduamente, Aoi salió de viaje con uno de los dioses de la suerte, Daikokuten. Ahora, justo antes de que termine el verano, Aoi visita la tumba de sus padres donde se encuentra con un perro que comienza a seguirlo. Por otro lado, Daikoku empieza a actuar extraño, lo que incomoda a Aoi porque siente que le está ocultando algo. Cuando Aoi le demuestra su preocupación a Daikokuten, este le dice que es una gran esposa. También conocemos a otro de los dioses, el Dios de la Longevidad. ¿Se pusieron yukata para un festival? ¿Aparece el hermano mayor de Daikoku? ¡Continúa la historia de amor entre el dios más guapo de Japón y el universitario más común!