Como sabéis, en lo profundo del bosque hay un castillo y en el castillo, una princesa dormida. Lleva así cien años. Y ha llegado el momento de despertarla. Como también sabéis, un apuesto príncipe ha llegado al lugar para deshacer el maleficio y devolver la vida a la muchacha. Sueña con casarse como manda el cuento y tener abundante descendencia. Hasta ahora, no hemos sabido nada de los detalles del momento beso y de qué pasó en esa habitación. Pero, por fin, vamos a conocer la verdad, la verdadera. Volvemos al príncipe, al que hemos dejado frente al cuarto de la bella. Veamos qué pasa: con cuidado, el mozo abre la puerta y escucha unos ronquidos huracanados (esto nos lo ahorró el cuento); con valentía, pero desconcierto, se acerca a la cama y, cuando se dispone a darle el beso de rigor, buf buf buf, ¡lo abofetea un pestazo horripilante! (¿en serio?). Y es que, claro, la princesa lleva sin lavarse los dientes cien años. ¿Queréis saber qué pasó después? Porque la cosa pinta regular. ¡Pasen y lean! Revisitación del cuento clásico de "La bella durmiente del bosque" que fabula sobre una parte de la historia nunca revelada, con muchísimo humor y un par de vueltas de tuerca, e ilustrado con frescura.