Roma, 1408. Isidoro y su enigmática hija, Nour, llegan a la Ciudad Eterna tras abandonar Damasco. La esperanza de Isidoro es servir en una de las ricas cortes italianas donde pueda ser de utilidad su sabiduría, pero, sobre todo, la de Nour: la niña está dotada de una inteligencia y una memoria fuera de lo común. Pero, en una Roma repleta de tensiones políticas y religiosas, las altas capacidades de la joven llaman demasiado la atención.