La importancia de la lectura no precisa ser destacada. Su volumen creciente para el ejercicio de las artes y las profesiones la convierten en una tarea obligada e indispensable. a todo ello hay que sumar el caudal de novedades que vuelve a ser preciso conocer y manejar por imperiosa exigencia de la formación permanente. Estudiantes y pedagogos, dirigentes y directivos, profesionales y funcionarios y TODOS los que necesitan estar medianamente al día , saben que no les alcanza el tiempo para leer y que la relativa lentitud con que lo hacen, torna tedioso y mal aprovechado el que disponen.