Tras apagar las diecisiete velas del pastel, Matilde cerro? los ojos y pidio? un extran?o deseo. Nada volvio? a ser como antes Matilde es una chica aparentemente normal. Sin embargo, cuando duerme, se proyecta de maneras que vale la pena conocer. Acompan?a a nuestra protagonista en sus suen?os ma?s significativos, cuyo final te dejara? con los pelos de punta.