Hay caras en la escena de la fórmula 1 que me resultan muy familiares desde tiempos inmemorables. Una de ellas pertenece a Rainer W. Schlegelmilch. Su distintivo bigote y su siempre indispensable teleobjetivo a hombros pertenecen simple y llanamente a la escena de la F1, y así me lo parece, ya que prácticamente ha formado una parte tan importante de las carreras de la fórmula 1 como yo mismo. A lo largo de 50 años y 573 carreras Rainer W. Schlegelmilch ha fotografiado la historia de la fórmula 1 y elaborado un magnífico trabajo sobre el rey de los deportes de motor.