Las marcas del agua cuenta la historia olvidada de una cofradía que intentó, en pleno siglo XVI, establecer un lugar donde reinara la concordia, aprovechando los viajes de Cortés, Magallanes y Luis de Carvaxal. Es una novela de arquitectura compleja y acoples finos, donde las injusticias del pasado parecen una alegoría del presente mexicano.
Cada trabajo de su autoría se sumerge en tremendas reflexiones existenciales desde una óptica que nunca echa de lado la emocionalidad del individuo, su fragilidad y motivos. América Pacheco, Animal Político.
Lleva la incomodidad de sus historias a niveles sublimes. El manejo cristalino de su pluma construye poderosas imágenes trágicas en belleza, transmite la inquietud necesaria para avanzar en las páginas. Wenceslao Bruciaga, Milenio.
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