Una de las novelas más leídas de Galdós es precisamente la que tienes en tus manos. Su narrativa entra con profundidad en el espíritu español, trayendo a la superficie los efectos de esa dialéctica interior que modela el carácter de un pueblo ambivalente, contradictorio: tradicional y religioso por un lado, y por otro, amante de un pensamiento tan libre que llega al borde del ateísmo. Por eso los personajes de Galdós son tan vitales, representan la dinámica de una mentalidad compleja, a pesar de su aparente simplicidad en el contexto literario que les da vida. Marianela, una obra de corte romántico que se nos impone como un triste amanecer, la inevitable resaca después de una prolongada embriaguez que nos devuelve a la realidad con una sensación de náusea. Nos lastima la luz y nos aterra la presencia del espejo, porque sabemos de su despiadada objetividad; preferiríamos volver a la dulce oscuridad o desaparecer para siempre, como esta tiernísima niña que en algún momento se pensó una mujer hermosa, importante y digna de un gran amor