Cinza, el gatito, estaba muy triste, pensaba que no tenía nada para regalar a su maestra en su día. No sabía que todos, hasta los más pobres, tenemos algo para dar. Es algo especial, grandísimo, que debemos repartir a manos llenas. No se explica uno de qué manera, pero siempre vuelve a nosotros; inténtenlo y verán que no es mentira, ¿cuál será ese extraño regalo? Lo sabrán cuando lean este libro.