Andrés tiene un secreto: está enamorado de una compañera de su salón. Ella se llama Fernanda y acaba de entrar a su escuela. Tiene el pelo chinito, le falta un diente y es muy pecosa. Seguramente Andrés y Fernanda serían la pareja perfecta y se casarían de grandes si tan sólo él se atreviera a confesarle que ya es su novia, aunque ella no lo sepa.