Ícaro Azahar era un famoso chamán de la Gran Selva Amazónica. Amaba tocar su flautilla de caña y dar a sus dos serpientes preferidas un motivo de danza y regocijo. Una tarde, apareció en el sendero un lindo pajarillo azul. Era Uirapurú: dios de la vida y de los seres. Éste le regalaría algo nuevo y desconocido para él... el canto. Ícaro Azahar sería reverenciado por toda su tribu. Una historia entrañable de magia y sabiduría en pleno corazón de la selva