A Gaspar no le queda de otra que acompañar a su familia hasta Veracruz para la fiesta de un pariente de cuyo nombre ni se acuerda. Aburrido y fastidiado, Gaspar se la pasa quejándose hasta que del río Papaloapan emergen varios amigos divertidísimos y musicales que le mostrarán la magia de Tlacotalpan, en Veracruz.