No portan una placa, pero desde la unidad móvil Masiosare han movido docenas de vehículos estacionados en doble fila. No pueden infraccionar, pero armados con una cámara, y disfrazados de vaqueros, han enfrentado "guarros" prepotentes esperando al patrón sobre la rampa para discapacitados. No son superhéroes, pero sí organizaron una pelea de lodo en un bache inmenso y lograron que las autoridades taparan el cráter en el asfalto después de un año de quejas ciudadanas sin respuesta.