William Shakespeare es casi, con toda certeza, el autor teatral clásico más representado de todos los tiempos. Se dice que nadie corno él ha sabido subir a los escenarios las grandes pasiones que rigen al ser humano desde el principio de los tiempos: el amor, los celos, el ansia de poder, la ambición, la crueldad o la duda tan presentes en la vida del hombre.