Todos los días recibimos mensajes sobre lo que está ocurriendo en el mundo, qué comprar, qué comer, cómo vestirnos e incluso cómo sentirnos. Muchas veces, aquello que consideramos nuestras creencias y puntos de vista, en realidad son ideas ajenas que no hemos cuestionado. Por estas razones, hoy la gran pregunta es: ¿aún pensamos por nosotros mismos o nuestros criterios están regidos por la ola de información que nos rodea?