El principito es el resultado de la más extraordinaria coincidencia. Nos cuenta la historia de un niño que vivía en el corazón del autor, y que gracias a su editor pudo salir a la luz. Viene de un planeta apenas más grande que una casa, hace preguntas pero no responde ninguna, porque él disfruta y se emociona de las cosas simples que para los mayores ya no tienen importancia; seguramente por ello, quienes llegan a entender el majestuoso cuento de Antoine de Saint-Exupéry son todos aquellos que no ven al mundo a través de la cerradura de una puerta, sino que permiten externar el disfrute de vivir bajo la perspectiva de que lo más importante es lo invisible.