Está compuesto por veinticuatro relatos en los que el aclamado escritor japonés Haruki Murakami mexcla con calculadora ambigüedad el sueño y la vigilia, introduce elementos fantásticos y oníricos, se sirve de referentes como el jazz o permite que los cuervos hablen, pero, sobre todo, crea presonajes inolvidables, enfrentados al dolor o al amor, o melancolicos, vulnerables y necesitados de afecto.
Murakami en estado puro.