TEATRO ESCOLAR MEXICANO

TEATRO ESCOLAR MEXICANO

Código de artículo:
39700190
Editorial:
AVANTE
Materia
Textos Escolares y Universitarios
ISBN:
9686006591
Encuadernación:
Rústica
Tipo de libro:
Papel

PALABRAS PREVIAS El calendario escolar prevee una serie de conmemoraciones en el curso del año lectivo, y en las que participan maestros y alumnos; los primeros como organizadores y coordinadores y, los segundos, en forma directa, activa, como actores. Lo más usual para confeccionar el programa de las asambleas, son las declamaciones (poesías y discursos), no siempre bien recitadas por los alumnos; ya sea porque la organización fue apresurada; el discurso o poesía no fueron bien aprendidos o bien ensayados con sus gestos, postura, dicción o actitud apropiados. En ocasiones, las poesías son dichas con propiedad en la expresión verbal, pero resulta desastrosa la presentación del actor por el mal uso de las manos. ¡Esas manos, tan fatalmente inútiles en la declamación! Decimos inútiles, porque el declamador no sabe dónde ponerlas o dónde esconderlas, que es el caso general: salen sobrando, porque el actor las mueve mecánicamente como robot o como aspas de molino de viento. El mal uso de las manos, se debe a la falta de seguridad, de confianza que en sí tiene el actor. No se aprendió la poesía; es muy tímido o no lo supo orientar su maestro, respecto a las normas elementales de la declamación: captar el contenido, aprenderlo, comprenderlo, saber expresarlo con calor y sentimiento, y hacer buen uso de los gestos, de la postura y tomar la debida actitud. Para subsanar, en parte, esas fallas, sugerimos, ante todo, que el maestro del grupo brinde a los educandos: respeto, apoyo, estímulo y, sobre todo, paciencia, amén de las orientaciones citadas arriba. En el medio de la declamación prevalecen los consejos que sobre el arte de la recitación nos da la obra: "El declamador sin maestro": "Debemos conservar una posición recta y con inclinaciones moderadas". "Evitar las posiciones rígidas y estatuarias". "Los brazos no deben permanecer colgados o encogidos ni tampoco extendidos o agitándolos sin motivo". "No emplear movimientos alterados que den idea de convulsiones epilépticas". "No dar pasos de un lado a otro como fiera enjaulada; hay que mudar de lugar discretamente cuando sea necesario". "No mover la cabeza agitadamente". Bien, esos son consejos que captan perfectamente los alumnos de educación media y los propios adultos, pero no nuestros chiquitines del primer ciclo, así pues, preparemos a los educandos para que lleguen a recitar más o menos bien, para que mejoren su técnica al llegar a los grados superiores, donde se hará necesario que sus maestros repitan con mayor disciplina e intensidad los ejercicios previos. Antes de ponerlos a recitar, los niños deben participar en juegos grupales que los sociabilicen y les brinden la confianza, a través de la satisfacción de su propia participación. Propiamente debe hacerse sentir al educando que está jugando, que es parte de un grupo social y que su participación nace de sí como algo propio, lleno de calor sentimiento. Esperamos, por otra parte, que estas sugerencias resulten de utilidad a los maestros, y s

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