Tobi piensa que los ancianos son personas muy aburridas. Un día, durante el verano, cuando todos sus amigos se marchan de vacaciones y él está jugando solo, su pelota cae justo donde está sentado el señor Cabra. Este encuentro le permite a Tobi conocer emocionantes e increíbles historias que vivieron algunos ancianos de su vecindario cuando eran jóvenes. Desde ese momento, su opinión acerca de las personas mayores cambia para siempre.