La pregunta ¿Cuál es tu TOC? funciona como una invitación a compartir anécdotas risueñas: prendas separadas por color, o cuadros simétricos en la sala de estar. Pero eso no es el TOC. Y la confusión impide un diagnóstico y un tratamiento. Me contento con la expectativa de que TOCada llegue a las manos de los desinformados y los sensibles, y de quienes estén dispuestos a corregir el uso frívolo del término, y a las de los profesionales que tal vez se entusiasmen con la posibilidad de especializarse en el tratamiento del TOC, y sobre todo y muy especialmente a las manos de quienes sufren en silencio, con la esperanza de que encuentren en el relato de mi historia los recursos suficientes para orientarse hacia el diagnóstico y tratamiento. Es posible recuperar sus sueños y la alegría.