Esta es una novela fragmentaria, autoficción en capítulos breves y contundentes que nos hace ver Zacatecas como ciudad, como personaje y como escenario de dolor, por amor, sobre todo, y también por incertidumbre, por la situación actual; describe la realidad cotidiana con una sensibilidad inusitada que inevitablemente cambia la perspectiva. «El autor nos arroja, en este pedazo de cielo negro escrito fúnebremente, al secreto que el pueblo conoce en sus mesas, en sus salas, en sus pesadillas, en sus baldosas de piedra vieja, pero que no se dice sino a medias voces, a medios llantos, a oscuras, para que no lo escuche la maña que asesina: una muerte que camina altiva y sospechosa. Lepus rumia semejante al viento que devora la piedra rosa. Fernando desabrocha su pecho y la historia florece desde su carne roja», dice el escritor y rapero Josa Gaytán acerca de El violeta de la ciudad.