DAVID ALEJANDRO LóPEZ DE LA MORA
Charles Darwin siempre buscaba una explicación científica a todo lo que observaba; esto le permitió hacer grandes contribuciones a la ciencia. A Darwin le intrigaba conocer a fondo los comportamientos fisiológicos del ser humano, observaba en el hombre características innatas y adquiridas, y se preguntaba si dichos rasgos eran comunes en todas las especies o exclusivas del ser humano. Se enfocó en cuestiones concretas, como el aspecto central de su teoría de la evolución: la continuidad de las especies. En el análisis de sus resultados observó que existían principios universales entre las especies que no eran únicos en el hombre. Eso aportó la evidencia adicional a su teoría de un progenitor único y común. La práctica y la observación son dos herramientas fundamentales que ayudan a complementar las bases teóricas de toda ciencia. En el caso de la inmunología, la observación ha sido fundamental para el desarrollo de esta área. Además, la práctica es indispensable para su perfeccionamiento y no podría existir una sin la otra. En este sentido, Inmunología. Manual de prácticas es una herramienta que complementa las bases teóricas asentadas en clase. Este texto busca adentrar al alumno en los principales temas de estudio de la inmunología, presentándole un abordaje sencillo y dinámico que de seguro sembrará en el estudiante el gusto por plantearse y encontrar explicación a los mecanismos de esta fascinante rama de la ciencia, donde la práctica y la observación son las mayores herramientas.
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