LA OFERTA

David y Alice eran felices en su matrimonio, o al menos eso es lo que Alice continuaba diciéndose a sí misma. Ella sabía que su esposo la amaba más que a nada en el mundo y nunca la engañaría, pero ella también sabía que se estaba empezando a sentir un poco aburrida en la cama. No es como si ella fuese a hacer algo al respecto, todo lo que necesitaba, por ahora, era su vibrador y su imaginación para tolerar los momentos en los que su marido no podía satisfacerla, los cuales eran más de los que le gustaría admitir. Ya no salían juntos con demasiada frecuencia, pero este viernes iba a ser un poco diferente y Alice estaba ansiosa por soltarse el pelo literal y metafóricamente después de una dura semana de trabajo. Esperaba emborracharse y, con suerte, aflojar un poco a su marido. Mientras tanto, aunque sabía que David no era exactamente el tipo de hombre que iba a ir corriendo a casa y tomarla allí mismo, como Alice a veces deseaba, siempre estaba cansado después de un día de trabajo y ella también, pero ella quería una liberación y él solo quería un largo baño...