Al realizar esta obra los autores rechazaron cualquier relación apriorística ante aquello que sus informantes llamaban "susto" y las enfermedades funcionales descritas en los libros de texto de medicina. De esta manera, la obra se adhiere a la tradición de la antropología según la cual el entendimiento de la enfermedad y las prácticas de salud elucidan los valores, creencias y expectativas normativas de una sociedad.